Un puente desnudo
Extiende sus brazos
Y paso por su espalda.
Sé, que su barranca cuna,
Le acoge mientras, de rodillas,
Observa el hilo de aguas negras
Que dibuja una serpiente ahogada.
Sobre sus hombros, muchos han admirado
Lo diminuto de la existencia humana,
Lo imponente de la verticalidad,
Lo que el viento intenta gritar,
Pero es ahogado por los motores y las bocinas.
Sobre las casitas amontonadas,
Que decoran su habitación,
Hay luciérnagas que, solidarias,
Disfrazan todo aquello de urbanidad.
Hermoso gigante,
Solitario testigo,
Sobre ti, me quedo dormida,
Sobre ti, intento imaginar
cómo eras, cuando no existías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario