III
Bajo el potente olor a poder,
Mortales ebrios,
Perpetúan su prole,
En las sillas ediles,
decoradas de caridad y empatía.
Algunos murmuran,
Que en la quinta ventana,
de cada palacio,
tales mortales conversan,
de las miserias que administran.
Algunos murmuran,
Que en la quinta ventana,
De este palacio,
Se ha pactado callar los ruidos,
Y pintar la plaza con colores de paz.
Algunos murmuran,
Que en la quinta ventana,
De su palacio,
Se ha visto un fantasma,
Y otros aseguran que ahi nadie habita más.
Algunos ya ni murmuran,
Pues desde la quinta ventana,
Observan las miles de cámaras de "seguridad".
Ahora hasta las sillas ediles,
Mastican de rabia y guardan silencio,
Quienes las ocupan,
no las dejan hablar.
Marian Godínez
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